¿Por qué la postura es importante?
La postura correcta te ayuda a estar de pie, a caminar, a estar sentado y tumbado en posiciones que reducen la tensión en los músculos y ligamentos durante tus actividades. Los beneficios de una postura correcta:
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Ayuda a mantener huesos y articulaciones bien alineados para que los músculos funcionen correctamente y limiten el desgaste articular, que podría llevarnos a desgaste y dolor.
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Reduce el estrés sobre los ligamentos que mantienen las articulaciones vertebrales, minimizando el riesgo de lesión.
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Permite que los músculos funcionen de forma más efectiva y que el cuerpo use la menor energía posible, previniendo la fatiga muscular.
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Ayuda a prevenir tensiones musculares, y ciertos dolores de espalda.
Para mantener una postura correcta, necesitas movimientos articulares normales de la columna vertebral y de las otras articulaciones, además de un tono muscular equilibrado. Aparte, tienes que ser consciente de tus hábitos posturales en casa o en el trabajo, y esforzarte en corregirlos si es necesario.
Consecuencias de una mala postura
- Una mala postura puede llevar a demasiadas tensiones en los músculos posturales y puede forzarlos a dejar de tensarse. Por ejemplo, si estamos sentados con los hombros caídos y doblados hacia adelante durante mucho tiempo, los músculos de la espalda se encontrarán más vulnerables a una lesión.
- Varios factores contribuyen a la mala postura – los más comunes son el estrés, la obesidad, el embarazo, debilidad de los músculos posturales, tensión excesiva de ciertos músculos, y zapatos de tacón.
- Además, tener poca flexibilidad, un entorno de trabajo poco ergonómico, posturas de trabajo incorrectas, y malos hábitos pueden también contribuir a la mala postura.
¿Cómo sentarme bien?
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Mantén tus pies en el suelo o en un reposapiés si no llegas.
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No cruces tus piernas. Tus tobillos deberían estar delante de tus rodillas.
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Mantén un pequeño espacio entre la parte trasera de tus rodillas y la parte delantera de tu asiento.
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Tus rodillas deberían estar niveladas o un poco más bajas que tus caderas.
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Ajusta tu respaldo para que tengas apoyo lumbar y dorsal, o usa un soporte.
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Relaja tus hombros y mantén tus antebrazos paralelos al suelo.
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Evita estar sentado en la misma postura durante mucho tiempo – levántate cada 30 min, aunque solo sea levantarte del asiento y volver a sentarte.
¿Cómo estar correctamente de pie?
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Mantén tu peso principalmente en la parte delantera de los pies.
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Mantén tus rodillas ligeramente dobladas.
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Mantén tus pies a la misma anchura que tus hombros.
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Deja caer tus brazos naturalmente contra tu cuerpo.
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Mantente recto y alto con los hombros atrás.
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No dejes caer el vientre.
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Mantén tu cabeza nivelada – tus orejas deberían estar alineadas con tus hombros. No dejes tu cabeza caer hacia delante, atrás o de lado.
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Desplaza tu peso desde los dedos de los pies hacia el talón, o de un pie al otro si tienes que estar de pie mucho tiempo.
¿Cuál es la buena postura en la cama?
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Encuentra el colchón adecuado para ti. Aunque se suele recomendar un colchón firme, algunos prefieren un colchón más blando. Tu comodidad es importante.
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Duerme con almohada. Existen almohadas especiales para ayudarte a encontrar una buena postura.
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Evita dormir boca abajo.
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Dormir del lado o boca arriba muchas veces ayuda con el dolor de espalda.
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Si duermes de lado, pon una almohada entre las rodillas.
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Si duermes boca arriba, pon una almohada debajo de las rodillas.
¿Puedo corregir mi postura?
Sí. No obstante, recuerda que problemas posturales antiguos van a necesitar más tiempo para corregirse, ya que tu cerebro ha memorizado esas posturas. La ayuda de tu Quiropráctico es fundamental para romper con esos esquemas, además te ayudará a saber cuáles son las posturas que debes de cambiar y cuáles son las correctas.
Con la práctica, irás cambiando progresivamente tus malas costumbres por otras buenas!
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